lunes, 14 de septiembre de 2015

Por qué no ardió Troya luego de la condena a Leopoldo López? Por Clodovaldo Hernández.

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Por qué no ardió Troya luego de la condena a Leopoldo López? .- Más allá de cuál iba a ser la sentencia en el juicio a Leopoldo López, la gran incógnita era cómo iba a reaccionar la gente frente a ella. Previamente consulté a varias personas, de diversas tendencias, para tener una idea. Los chavistas me dijeron que si lo dejaban en libertad o le daban una pena leve, ardería Troya. Los antichavistas me dijeron que si no lo dejaban en libertad y, sobre todo, si le daban una pena severa, ardería Troya. En conclusión, pasara lo que pasara, ardería Troya.

Intenté guiarme por los ni-ni (o, más bien, los que dicen que son ni-ni) y tenían expectativas muy atemorizantes, sobre todo en el caso de que lo condenaran. Una de las personas presuntamente neutrales me dijo que retornarían las guarimbas y hasta que habría un alzamiento militar. Una señora juró por un puñado de cruces que todo estaba listo en los territorios apaches de la oposición (que si el este y sureste de Caracas; que si el norte de Valencia, que si el principado de Lechería… ese tipo de zonas) para una ola de disturbios vengadores que harían temblar al régimen.

Hasta la hora de escribir esto, sábado en la mañana, no se habían hecho realidad estos pronósticos apocalípticos. No ardió Troya. Es más, ni siquiera ardió un caucho o una bolsa de basura en Chacao. Por el contrario, al menos en Caracas se respira eso a lo que se ha llamado “una calma chicha”.

Cuando se conoció la sentencia, el jueves por la noche, alisté mis equipos de medición de descontento, una especie de imaginario sismógrafo para calibrar la intensidad del cacerolazo y los posibles desórdenes que habrían de producirse. Resido en Candelaria, una zona en la que convivimos familias de clase media-media, media-baja y media-muy-abollada, con un alto componente de inmigrantes españoles y portugueses furiosamente derechistas (aunque sus ancestros o ellos mismos hayan llegado aquí huyendo de la represión, la pobreza y la desigualdad insolente generadas por los gobiernos dictatoriales derechistas de Franco y de Oliveira Salazar). En los centros de votación de este barrio llano siempre gana la oposición en proporción de 70 a 30 y cada vez que hay cacerolazos, algunos vecinos se destacan por su atorrante persistencia. Pues bien, mi cacerológrafo registró apenas una leve sacudida de ollas que habrá durado alrededor de diez o doce minutos… muy poco, comparado con las bullarangas de 40 minutos o más que estremecieron a esta parroquia en los días de la guarimba y antes, en los años 2001 al 2004, cada vez que el comandante les metía una cadena de radio y TV por el buche.

Solo algunas voces fuera de sí maldijeron a la jueza y a cualquier persona chavista o cercana al chavismo, pero no había pasado una hora de la sentencia y ya la comarca dormía serenamente.

No escribo estas observaciones telúrico-políticas para burlarme de Leopoldo López o de sus familiares y seguidores, pues –humanamente hablando- ya tienen bastante con la pena impuesta. Pero creo que la falta de reacción de la militancia opositora es una señal significativa, que debe ser analizada a profundidad. No es un síntoma menor, sino algo como para llamar ya a la ambulancia.

Hay que cortar mucha tela con respecto a este comportamiento, pero existen varias posibles razones para el desconcertante antiparabolismo del sector opositor frente a una de las penas más contundentes que se haya aplicado sobre un opositor (que no es lo mismo, por cierto, que un preso político) en 16 años de guerra abierta contra la Revolución.

Nuevamente he preguntado por aquí y por allá. Entre algunos revolucionarios prevalece la idea de que la oposición en general está nocaut, que finalmente su militancia se dio cuenta de que “no volverán”. La indiferencia del público ante la condena de López ha sido, para este segmento, una razón más para el triunfalismo.

Otro sector bolivariano, un poco más cauto, le encuentra una explicación menos favorable. Dicen que refleja el colapso del ala pirómana de la oposición, pero no en beneficio del chavismo, sino del ala moderada-taimada. Desde este punto de vista, el gran ganador de todo sería Capriles Radonski.

Los antichavistas de dicho sector parecen coincidir en que la indolencia ante los 13 años y pico de cárcel aplicados a López no significa una derrota para la oposición en su conjunto, sino para él en particular y, por extensión, para María Corina Machado, Diego Arria y demás villanos incendiarios. Es decir, que la decisión judicial despeja la ecuación interna de la oposición, al menos por los próximos tiempos, y de ella emerge Capriles como el único títere con cabeza.

En el ala pirómana, la interpretación es, por supuesto, muy distinta. Aseguran que la tibia respuesta es producto del miedo que siente la gente al protestar. Un destacado leopoldista dijo en Twitter que si a López le clavaron casi 14 años, “a cualquier bobo le meten 30”. Una doña, con pretensiones de analista sociológica, afirmó que el régimen ha logrado instalar “la desesperanza aprendida” en la mente del opositor común.

Finalmente, un ni-ni (o presunto ni-ni) me dijo que la apatía no es un rechazo a López o a la oposición únicamente, sino a toda la clase política, a la controversia política… a la política, pues. Y remató su opinión con una frase típica del ninismo: “¡La política, uf, qué ladilla!”.

(Clodovaldo Hernández / clodoher​@​gmail.com)

sábado, 12 de septiembre de 2015

Britto García en Dossier: Por más de 50 años Venezuela ha recibido migrantes de todo el mundo


Caracas, septiembre 11 - El historiador y escritor Luis Britto García indicó el jueves que por más de medio siglo, Venezuela se ha convertido en el país al que acuden miles de inmigrantes de diferentes naciones del mundo quienes, huyendo de los conflictos y las guerras en sus países, buscan estabilidad y un mejor futuro.

"Venezuela tiene mucho más de medio siglo recibiendo grandes torrentes inmigratorias, con gente que ha tenido que venir por necesidades especificas. Los refugiados de la Guerra Civil Española, los del conflicto de la Guerra Mundial, la crisis de posguerra, refugiados de países latinoamericanos, países hermanos. Venezuela los ha acogido a todos. La mayoría se han asimilado, desempeñan actividades productivas", expresó en el programa Dossier, que transmite Venezolana de Televisión.

Dentro de esta acogida se encuentran los más de 5 millones 600 mil ciudadanos colombianos, que han sido desplazados de su país por los índices de violencia causados por los paramilitares y el conflicto armado interno, así como la carencia de respuesta por parte del gobierno neogranadino para un mejor futuro.

En la actualidad, estos ciudadanos han sido incluidos en el sistema de protección social del Estado venezolano que abarca programas que garantizan derechos de educación, salud, vivienda, alimentación, recreación, cultura, seguridad laboral y deportes para toda la población.

Un balance del Registro Único para la Restitución de los Derechos Económicos y Sociales en la Frontera colombo-venezolana –ofrecido este jueves por el vicepresidente de Planificación y conocimiento, Ricardo Menéndez– determinó que 18.000 colombianos en la frontera son atendidos en Barrio Adentro, 16.550 acuden a los centros hospitalarios del país de forma gratuita, 2.681 son atendidos y afiliados en el Seguro Social.

En este sentido, Britto García indicó que en "Venezuela no se discrimina por nacionalidad, las personas que necesitan educación, que necesitan salud, las misiones de Barrio Adentro, los CDI (Centro Integral de Salud), son para todos los que lleguen con alguna necesidad".

"Venezuela dedica más del 60% de todo su presupuesto a la inversión social. Podríamos hipotetizar que gran parte de esa inversión va dirigida a personas que o tienen la nacionalidad o tuvieron la nacionalidad colombiana y están ya, en su inmensa mayoría, integrados a la vida venezolana", agregó.

El historiador explicó que entre ambos pueblos no existen grandes diferencias en cuanto a cultura y religión, factores que han sido determinantes para una fácil integración de los colombianos en la sociedad venezolana, caracterizada por ser receptora y generosa ante el pueblo neogranadino.

Sólo en los últimos nueve años, 800.000 ciudadanos colombianos han emigrado a Venezuela y además diariamente pasan 150.000 colombianos a este país, en busca de mejores condiciones de vida, lo que deslinda de la campaña mediática promovida recientemente por sectores de la derecha venezolana y colombiana que busca dibujar una imagen falsa sobre la realidad del país.

martes, 8 de septiembre de 2015

FRONTERAS. Por Luis Britto García.

Decía Ludwig von Bertalanffy que la primera condición para que exista un sistema es determinar lo que forma parte y lo que no forma parte de él, trátese de conjuntos matemáticos, organismos biológicos o países.
México recibió con brazos abiertos a colonos estadounidenses que ocuparon Texas, y perdió la mitad de su territorio. Recibió Palestina amorosamente a hebreos que fueron a colonizar, y perdió el país entero.
Bolivia empleó en su Cancillería brasileños con doble nacionalidad, y perdió un tercio de su territorio a favor de Brasil.
Venezuela acogió con brazos abiertos a todo el mundo, y perdió más de un tercio de su territorio sin disparar un tiro.
No hay conflicto que respete fronteras, a menos que estas se hagan respetar.
El presidente Maduro declara que 5.600 colombianos viven entre nosotros. Ello significaría que casi uno de cada cinco habitantes del país es colombiano; que casi un quinto de la inversión social de Venezuela se aplica para suministrarles educación, empleo, salud, servicios públicos, seguridad social y vivienda.
Esta situación es irreversible. Ni los deportaremos ni los discriminaremos.
El 85% de los colombianos que han dejado su país residen en Venezuela. Nuestro gobierno ha entregado unas 800 mil viviendas para necesitados; 25% de ellas han sido asignadas a colombianos. Un millón de galones de gasolina se filtra cada día de Venezuela hacia Colombia. Táchira aloja 4,5% de la población venezolana, pero allí desaparece 8,5% del total de alimentos del país. No tenemos frontera, sino una herida abierta.
Desde hace más de una década alerto que los paramilitares suplantan al hampa común vernácula, dominan el comercio informal, trafican personas, rigen prostíbulos, casinos, empresas de transporte y de producción, cobran vacunas, instalan alcabalas, lavan capitales y ejercen la parapolítica en complicidad con la oposición golpista en acciones terroristas y crímenes horrendos.
Estamos a tiempo de evitar ser regidos por una parapolítica, una paralegislación, una parajusticia, una paraeconomía, una parafinanza, una parasociedad, una paracultura donde sicarios elegidos por nadie tendrán todos los poderes y el ciudadano ninguno.
Para seguir siendo independientes, debemos:
Actualizar leyes y políticas de fronteras y extranjería para adaptarlas a la delicada situación actual.
Estrechar la colaboración entre autoridades y movimientos sociales para aplicar dichas políticas y normas y localizar y neutralizar la infección paramilitar en curso.
Coordinar todos los institutos académicos del sector público para realizar un estudio continuo, integral y actualizado sobre los aspectos jurídicos, geográficos, económicos, culturales, políticos y sociales de la situación colombiana y su incidencia en el país y en el resto de la región.
Articular una política cultural, educativa y comunicacional basada en la integración y asimilación de los contingentes inmigratorias, con énfasis en las semejanzas y no en las diferencias, siempre en la atracción y la seducción y no la reprobación y la aversión.
Rediseñar nuestro sistema educativo y cultural para reforzar el sentimiento de nacionalidad y la conciencia de las gestas que forjaron la Patria. Colombia insiste en la formación sobre la Historia y Geografía de ese país. Gracias al ex presidente Rafael Caldera, en Venezuela esas materias fueron desacertadamente eliminadas del Pénsum de Educación Primaria.
En La Grande Illusion, de Jean Renoir, dos prófugos de una prisión militar alemana huyen por el bosque nevado. Uno pregunta si ya han cruzado la frontera, porque todo parece igual. No sé, contesta el otro: las fronteras las inventaron los hombres.
Habrá un mundo sin fronteras, después de que desaparezcan las que separan las clases sociales y la propiedad privada de los medios de producción.

martes, 3 de febrero de 2015

Frente a la agresión de los gringos, respuesta popular. Por Carmelo Narvaez.

Los pueblos de Venezuela deben y tienen que rechazar con contundencia, la irresponsabilidad del gobierno de Estados Unidos, por la emisión de un comunicado sancionatorio, sin  especificaciones, que incluye a todos los venezolanos, sin excepción, escudándose  en  la confidencialidad para maltratar a todos los pobladores honesto de nuestro país, así lo refiere el sucrense Carmelo Narváez.
        Ser responsable es señalar a las individualidades, quienes se han apropiado de los recursos de nuestra nación y lo han depositado en bancos extranjeros,  o particularmente en agencias bancarias establecidas en ciudades del gobierno norteamericano, no lanzando peroratas al aire ni mucho menos comunicando indisposiciones,  que profundizan en las ya rotas relaciones entre países.
        Es una irresponsabilidad que raya en la injerencia,  que el gobierno de Estados Unidos, sin moral alguna, caracterizado por invasiones, crímenes, torturas y desapariciones forzosas esté colectivamente sancionando a nuestra población, la cual ha sido víctima de la solidaridad manifiesta del imperio a través de sus guarimberos, quienes establecidos en las diversas calles de nuestros estados,  acabaron con la vida de 43 hermanos, quienes se opusieron a las bestialidades orquestadas por quienes hoy están debidamente tras de rejas y otros con procedimientos judiciales.
        Quiere el gobierno de los Estados Unidos, con su ridículo comunicado, vetar a toda la población venezolana, pero sepan ustedes, que ningún hombre ni mujer siente interés por visas que en nada beneficien a nuestro país,  y nada ni nadie nos arrebatará el derecho de ejemplarmente sancionar a quienes solo dedican tiempo y espacio en destruir nuestra nación.
        Basta de guerra sicológica, mediática, económica, de cuarta generación y de tantas adversidades para un pueblo que quiere y se ha decretado como zona de paz, amor y tranquilidad; pero si de sanción se trata, es urgente que el gobierno replique y sancione con la moral que tiene,  a los asesinos quienes valiéndose de la fuerza han invadido y atemorizado a nuestros pueblos hermanos dijo finalmente Carmelo Narváez, quien solicita públicamente a todo aquel que sepa de un corrupto o violador de los derechos humanos, que vaya a la justicia venezolana y lo denuncie con nombre, apellidos,  pruebas y no lanzando sapos y culebras a ver a quien le cae.        

sábado, 31 de enero de 2015

LUIS BRITTO GARCÍA DICE QUE SÍ SE PUEDE ACABAR CON LA GUERRA ECONÓMICA Y PROPUSO UNA REFORMA FISCAL

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Ante la guerra económica impulsada por la derecha, que busca desestabilizar al país generando irritación en la población al no poder obtener productos de primera necesidad, así como el uso irregular de divisas otorgadas a tasa preferencial a empresarios para realizar importaciones, el escritor y ensayista Luis Britto García consideró que una de las medidas a tomar es la reforma de leyes fiscales y financieras en las que se tipifiquen estos delitos y se establezcan sanciones.

Tal consideración la realizó durante el primer día del Foro Permanente de Pensamiento y Acción, destinado a debatir ideas que apunten a la derrota de la guerra económica, que se realizará hasta el sábado en el Teatro Bolívar, ubicado en el centro de Caracas.

Britto García comentó que los venezolanos saben que "estamos en una guerra del capitalismo contra un proceso que intenta ir hacia el socialismo", y que para lograr derrotar a los sectores que apuestan por la violencia y desestabilización es necesario tomar una serie de medidas como la antes mencionada, así como la divulgación de la lista de las empresas que estafaron al Estado, y de los funcionarios implicados, por parte del presidente Nicolás Maduro.

"Hay que saber quién es el enemigo, cuáles son los nombres y apellidos, cargos y propiedades", sentenció.

Asimismo, planteó que la "Fiscalía de la República debe proceder a entablarle causa a todos lo implicados en esa colosal estafa", además, la Procuraduría General de la República "debe proceder al embargo masivo de todos las empresas implicadas".

Por otra parte, comentó que para evitar que la guerra económica y el robo de divisas en dólares se repita el Estado debe asumir la importación y la distribución de los bienes de primera necesidad, ya que es justamente en estos eslabones en donde ocurren los delitos antes mencionados.

Si los millones de dólares robados "se hubiesen convertido en bienes y servicios que hubieran ingresado a Venezuela, la guerra económica no podría ser tan feroz, parte de ese desfalco es responsable de la situación actual", dijo.

Además, Britto consideró que es necesario cobrarle a los deudores del fisco y establecer impuestos para las transnacionales que operan en Venezuela, así como realizar una restructuración del Impuesto al Valor Agregado (IVA), pues solo el 20% de esa recaudación ingresa al fisco.

El intelectual añadió que entre las medidas a tomar para derrotar la guerra económica impulsada por la burguesía venezolana es importante reorganizar el control que existe en la frontera, a fin de frenar el contrabando.

"Podemos ganarle a la guerra económica si tenemos la decisión y los bríos", expresó.

Revolución de la comunicación

Durante su ponencia en el foro, Britto García expresó que uno de los objetivos del Gobierno debe ser la revolución de la comunicación, para que el pueblo conozca todos los logros y los avances obtenidos en el proceso hacia la transformación del socialismo.

Para ello, es necesario que las instituciones del Estado mantengan al día las cifras y estadísticas, que sean divulgadas correctamente por los medios de comunicación.

Señaló como ejemplo que la derecha insiste en dar datos de encuestas de percepción con el índice de violencia, al afirmar que es de 75 por cada 100 mil habitantes, pero la cifra real es de 39 por cada 100 mil habitantes, "si bien es una cifra alta es real" y es menor a la señalada por quienes buscan crear zozobra.

"Es imperativo llevar registro de la vida nacional y utilizarlos como herramienta (...) Es imperativo un esfuerzo conjunto de medios de comunicación para mantener estas cifras al día", dijo.

"Vivimos tratando de desmontar matrices de opinión, pero lo que debemos hacer es imponer matrices de opinión", resaltó el escritor.

(AVN)

domingo, 4 de enero de 2015

ANTES DE NOMBRAR A ALGUIEN EN UN CARGO UD. DEBE LEER ESTE ARTÍCULO DE BRITTO GARCÍA

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A continuación les presentamos el artículo más reciente del escritor Luis Britto García, que lleva por título El suplicio de los dos punto. Tómense unos breves minutos para leer párrafo a párrafo y analice finalmente la interesante reflexión que deja la columna. 

1.- Al amable entendedor, a quien bastan pocas palabras, propongo un ejercicio. Escriba, por ejemplo, Román Chalbaud, y a continuación dos puntos: allí arranca un larguísimo cañoneo con Los ángeles terribles, sigue con El Cuento Venezolano en TV, prosigue con El pez que fuma, se extiende con El Caracazo y continuará retumbando por siempre porque cuando el Maestro presenta una obra maestra, ya está en otra.

2.- Propongo la continuación del ejercicio. Elija cualquier eminencia de esas que andan por allí con séquito, camionetongos, cohorte de PR y escriba su nombre, si lo recuerda. Añada a continuación los terribles dos puntos: ocurrirá un silencio ancho, alto, profundo, compacto, irremediable. Como decía Lugones, un vasto silencio de leones. Nada. Ni obras ni hechos vienen a la memoria. Hasta los dos puntos se desploman bajo este vacío y acaban en: puntos suspensivos…

3.- Esta caída del prestigio y de la libido no aflige únicamente a intelectuales y artistas. Vivimos en un país pequeño; nos conocemos y nos conocen; quién más, quien menos, exhibe algo tras los dos puntos: y quien sale al ruedo a hacer morisquetas sin tener con qué, es objeto de guachafita generalizada. Nuestros aborígenes eran igualitarios, vale decir, no creían en rangos, nombramientos ni linajes, sino en la competencia demostrada. Guaicaipuro no era hijito de papi, ni recomendado, sino flechero: los flecheros lo siguieron hasta donde se sigue a quien se respeta, es decir, la muerte.

4.- Esta tozuda confianza en la competencia demostrada signa o redime los más afligentes episodios de esa guachafita que llamamos Historia. En vano nombraron la Primera y la Segunda República oficialitos decorosos y bien relacionados: a todos se los llevaron en los cachos Boves y los llaneros, que sólo creían en la eficacia evidenciada a punta de lanza y montando al pelo. Difunto el Taita, inútilmente el Pacificador Morillo designó oficialitos que no ganaban batallas pero que le caían en gracia a alguien: a todos sin excepción se los llevó por delante el Catire Páez. Al mismo Bolívar nadie lo tomó en serio hasta que brincó por sobre un caballo de la cola a la cabeza. Pero es que detrás de los dos puntos que calzaba el Libertador: no cabía la América.

5.- Decía el novelista Stendhal que el rey Luis XVIII podía hacer o deshacer un conde, pero no un banquero. Nadie puede nombrar ni destituir un Stendhal. No sólo indígenas, llaneros, intelectuales y en general venezolanos creemos únicamente en la competencia demostrada. En todas las profesiones, oficios y resuelves cunde la plaga de figurones tras cuyo nombre los dos puntos: se desploman en puntos suspensivos… Institución que no los levanta con: resultados, termina suspendida… Aquellos a quienes Manuel Vicente Romerogarcía apostrofó como Reputaciones Consagradas y Nulidades Engreídas intentan sustituir obras con: eventos… Muy duro es el martirio de los dos puntos: en ellos se quiebran todos los: Dientes Rotos…

6.- Haga el lector memoria y redacte una lista de malandros, corruptos, peculadores, traficantes de influencias, traidores, saltadores de talanquera, y aplíqueles el suplicio de los dos puntos: verificará que en general nada se puede consignar tras ellos, salvo su prontuario. La explicación es obvia. Hay dos categorías de seres: aquellos cuyo poder consiste en su obra, y aquellos que buscan el poder para disimular la ausencia de ella. Nadie en Venezuela se imagina al maestro Fruto Vivas robándose una gallina ni a Régulo Pérez haciendo importaciones fantasmas. Sólo se corrompe el poder que va a parar a manos de quienes tienen obra para justificarlo. Si las altas autoridades no corrigen la inexplicable tendencia del poder de concentrarse en nulidades que no lo merecen, la puede subsanar el ciudadano aplicando el suplicio de los dos puntos. Por ejemplo a la hora del: voto...

(Por Luis Britto García)

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