viernes, 28 de febrero de 2014

Oriente de fiesta por reconocimiento del Carnaval de Carúpano como Patrimonio Cultural

Carnaval Turístico Internacional de Carúpano
Autoridades en entrega de certificado como Bien de Interés Cultural de la Nación (Foto: Prensa Mintur)
(Prensa Mintur).- El oriente venezolano con su gentilicio espontáneo y espíritu alegre está de fiesta, porque una de las festividades más importantes y de mayor tradición de nuestro país, recibió este viernes, el certificado como Bien de Interés Cultural de la Nación.
Se trata del Carnaval Turístico Internacional de Carúpano, que al arribar a sus 50 años, recibió del Instituto Patrimonio Cultural (IPC), a través del ministerio del Poder Popular para la Cultura, el certificado que lo acredita como Bien de la Nación, exaltando de esta manera su potencial histórico e ícono regional, legado para las futuras generaciones.
El ministro del Poder Popular para el Turismo, Andrés Izarra, resaltó la relevancia de la celebración ya que “los carnavales de Carúpano no son solo los carnavales de nacionales sino carnavales internacionales. Hay dos grandes carnavales en Venezuela, los de Carúpano y los de El Callao”, manifestó.
Asimismo el ministro Izarra fustigó el llamado de algunos sectores de la derecha venezolana a la suspensión de las actividades de carnaval, que tal como resaltó, son organizados durante todo el año en algunas poblaciones del país. En ese sentido, reiteró que el turismo es un factor importante de la economía nacional por lo cual “uno no termina de entender como esta oposición pretende bloquear con gran parte de la economía popular que se nutre de los flujos turísticos en carnavales, en semana santa”.
En el marco de la gran fiesta colectiva que simbolizan los Carnavales Más Chéveres, el Ministerio del Poder Popular para el Turismo (Mintur) acompañó a este pueblo de sabor y tradición del oriente venezolano, en la celebración de este gran logro que permitirá profundizar las estrategias del Gobierno Bolivariano en la preservación de las raíces y festividades venezolanas.
La actividad se desarrolló en el Ateneo de la ciudad de Carúpano y contó con la participación del Ministro del Poder Popular para el Turismo, Andrés Izarra; el gobernador del estado Sucre, Luis Acuña; y el viceministro de identidad y diversidad cultural, Omar Vielma.
(Fin/Jesús Villamizar)
Carnaval Turístico Internacional de Carúpano
Selección de reinas del Carnaval Turístico Internacional de Carúpano (Foto: Prensa Mintur)

LA VERDAD EN UN PÁRRAFO SIN FRENO.

Reynaldo Pereira
ADECOS ASALARIADOS DE NUEVO CUÑO SE TIRAN LOS ÚLTIMOS CARTUCHOS A VER SI PUEDEN ACABAR CON EL GOBIERNO DEL PRESIDENTE MADURO, UTILIZAN CUALQUIER ARGUMENTO PARA JUSTIFICAR SU DESEO, EN SU DESESPERACIÓN, NO LOGRAN DARSE CUENTA QUE HACEN EL RIDÍCULO, ASUMEN MENTALMENTE QUE ESTAMOS EN EL AÑO 1988, PARA NO DECIR EL 1973; JUSTIFICAN ACTOS INSURGENTES PARA DERROCAR UN GOBIERNO, DICIENDO QUE SON PROTESTAS, NO TIENEN BOLAS COMO EN SU MOMENTO LO ASUMIERON LOS FUNDADORES DE ESE PARTIDO, CLARO SON LA ZURRAPA, DE UNA ESTIRPE QUE SE DEGRADO, QUE TRISTEZA, DEBEN DARSE EL PUESTO QUE LES CORRESPONDE COMO SERES HUMANOS. ASUMAN QUE QUIEREN DERROCAR EL GOBIERNO, PERO TAMBIÉN DEBEN ASUMIR LAS CONSECUENCIAS. EN SU MOMENTO, CUANDO NOS CORRESPONDIÓ LUCHAR EN CONTRA DE LOS GOBIERNOS QUE ELLOS PRESIDIERON Y QUE CONTENDIMOS, LO HICIMOS SIN MIEDO Y CON GUARAMOS. EJEMPLOS TENEMOS, REVISEN POR QUE FIDEL CASTRO , EN SU MOMENTO SOSTUVO "LA HISTORIA ME ABSOLVERÁ"; POR QUE NUESTRO COMANDANTE ETERNO HÚGO CHÁVEZ ASUMIÓ DE MANERA PUBLICA SU RESPONSABILIDAD EL 4 DE FEBRERO DEL AÑO 1992; COMO DURANTE LA DÉCADA DE LOS SESENTA MUCHOS MILITANTES REVOLUCIONARIOS ASUMIERON SU POSICIÓN DE DERROCAR LOS REPRESENTANTE Y ARTÍFICES DEL PACTO DE PUNTO FIJO. DÉJENSE DE ESA MARISQUERA DICIENDO QUE SON ESTUDIANTES; QUE LA PROTESTA SON DE VECINOS, ETC, SI LO HACEN, QUIZÁS CADA QUIEN SEPA EN QUE LUGAR LE CORRESPONDE ESTAR, DE OTRA MANERA SEGUIRÁN DE DERROTA, EN DERROTA Y LO PEOR CON UN ESTIGMA QUE ES DIFÍCIL QUITARSE EN ESTE MOMENTO DE ALTA CONCIENCIA POLÍTICA, EL SEÑALAMIENTO DE SER UNOS APÁTRIDAS Y TRAIDORES. NO SE CREAN ESA VAINA QUE UN GRUPO DE ESCLAVOS MENTALES QUE POR MANTENER, RECUPERAR O LOGRAR PRIVILEGIOS QUE LES DA EL HECHO DE ESTAR CERCA DE QUIENES DETENTAN MUCHO PODER ECONÓMICO, VAN A DAR EL TRASTE CON UN PROCESO, QUE INCLUSO SE LE ESCAPO DE LAS MANOS PARA BIEN POR LA PROFUNDIDAD QUE HA ADQUIRIDO, A QUIEN LOGRO DAR INICIO A LA REDENCIÓN DE ESTOS PUEBLOS, ME REFIERO A HÚGO CHÁVEZ. TIENEN QUE TENER MAYORÍAS, PUEBLO ARMADO Y DESARMADO, TIENEN QUE TENER IDEOLOGÍA, PERO IDEOLOGÍA PARA JUSTIFICAR REDENCIÓN DE LAS MAYORÍAS Y NO DOMINACIÓN DE UNA MINORÍA SOBRE UNA MAYORÍA, EN POCAS PALABRAS ES IMPOSIBLE, NO PUEDEN Y SI POR MALA LECHE LO LOGRARAN NO PODRÁN SOSTENERLO, LOS SERES HUMANOS SOMOS DEFINITIVAMENTE INDOMABLES. CUENTEN BIEN LOS AÑOS, NO CREAN QUE DOSCIENTOS, TRESCIENTOS O CUATROCIENTOS AÑOS ES UNA ETERNIDAD, NO, SINO REVISEN LA HISTORIA DE LOS IMPERIOS, PORQUE DE REPENTE PIENSAN PORQUE EL IMPERIO NORTEAMERICANO TIENE TANTOS AÑOS, A ELLOS TAMBIÉN LES LLEGARA SU MOMENTO, NO TENGAN LA MENOR DUDA DE ESO . EN FIN, RESUMO ESTAS CORTAS PALABRAS EN UN LUGAR COMÚN DE ESTOS TIEMPOS DE REVOLUCIÓN !!!!!NO VOLVERÁN !!!! !!!NO VOLVERÁN !!!! Y SI VUELVEN, CARAJO HAREMOS HASTA LO IMPOSIBLE PARA QUITÁRSELO NUEVAMENTE.

martes, 25 de febrero de 2014

LA GUARDIA NACIONAL Y GERALDINE MORENO

¿Están conscientes de que, en 1989, el haber hecho eso hubiera causado que la Guardia entrara a sus apartamentos, los sacara arrastrados de sus casas por la fuerza, los golpearan y los desaparecieran?

    Como revolucionario, lamento mucho las muertes de personas de ambos bandos en los sucesos de los últimos días. Geraldine Moreno llevaba varios días en una clínica resistiendo luego de que, según la prensa, un efectivo de la Guardia Nacional le disparara con perdigones en la cara a quemarropa, haciendo que perdiera un ojo y tuviera daño cerebral. Los hechos ocurrieron en el sector Tazajal del municipio Naguanagua el pasado miércoles 19 de febrero. Luego de tres días luchando por su vida, Geraldine lamentablemente falleció este sábado 22.

De ser las cosas tal y como la describen la prensa, es un hecho repudiable y aborrecible. Y la persona responsable del disparo a quemarropa, sea quien sea, tendrá que ser juzgada y sentenciada a prisión por muchos años, sin ninguna excusa. De ser falsa la información, es una lástima que nadie haya salido a desmentirla en tres días. Pero hay varias cosas sobre el tema de la Guardia Nacional de las que he sido testigo directo, y tengo cosas que quiero decir desde hace días; tal vez este sea el mejor momento para decirlo.

El principal canal del Estado, Venezolana de Televisión (VTV), está enclavado en medio de una zona residencial de clase media, en Los Ruices (este de Caracas), donde viven miles de personas en edificios de 12 a 18 pisos de alto. La mayoría de quienes viven allí no son muy adinerados, pero partidos de derecha como Copei, Primero Justicia (el partido de Henrique Capriles) y Voluntad Popular (el partido de Leopoldo López) han hecho un importante trabajo político en el sector, y cierta cantidad de militantes opositores son muy agresivos y violentos.

Este canal de televisión ha sido fuertemente asediado desde el 12 de febrero en la noche por estos militantes agresivos de la oposición, lo que forzó al gobierno a colocar pelotones de la Guardia Nacional Bolivariana custodiándolo permanentemente.

He podido ver como personas de Los Ruices se paran a 3 o 4 metros de distancia de los pelotones que custodian a VTV, y comienzan a gritarles improperios que nadie aceptaría en su sano juicio. He sido testigo de cómo hombres de 35 ó 40 años se paran frente a efectivos de la GNB a plena luz del día, a 3 ó 4 metros de distancia, en momentos en los que no hay manifestaciones y todo el mundo está en la calle caminando y trabajando, y les gritan cosas como:

- Malditos hijos de puta, cubanos de mierda, váyanse de mi país.
- ¡Malditos chavistas de mierda, los mataremos a todos!
- ¡Asesinos! ¡Cobardes! ¡Jalabolas de Maduro!

Y palabras semejantes que también emiten otras personas desde sus carros o desde balcones de los edificios. Varias de estas expresiones las escuché mientras redactaba este artículo, por gente que pasaba en carro o a pie frente a los guardias luego de venir de una marcha opositora en el Unicentro El Marqués.

¿Cuál cree usted que es la reacción de estos Guardias? Ninguna. Se quedan allí, haciendo los que no escuchan nada. Eso debe ser difícil de creer para un español, un chileno o un estadounidense, pero esa es la verdad: el guardia nacional venezolano está formado y tiene órdenes estrictas de ignorar cualquier ataque verbal proferido por civiles, por muy desagradable que sea. Sólo responderán si se les hace algo físicamente (golpes, lanzarles piedras, cohetones, etcétera). Y, en caso de actuar, ellos solamente usan armamento no letal (bastones, lacrimógenas y perdigones plásticos), aunque el caso de Geraldine demuestra tristemente que este tipo de armas pueden ser letales a veces.

He podido ver en los streamings, cómo los opositores tienden barricadas en la calle B de Los Ruices, frente al canal 8, y cuando los efectivos de la GNB se acercan para apagar las barricadas, les lanzan botellas y vasos desde los edificios a lo largo de la Calle B, mientras les gritan "malditos" y "asesinos". El propio chamo que narraba desde el streaming de la calle B, a pesar de ser opositor, admitía las agresiones contra la GNB y las rechazaba.

También pude ver por mí mismo cómo guarimberos encapuchados provocaban a los guardias, lanzándoles cohetones y fuegos artificiales en momentos en los que éstos simplemente custodiaban las instalaciones del canal o sus accesos.

Y también he visto cómo a aquellos vecinos que intentan conversar con los Guardias, ser amigables con ellos, ofrecerles una bebida o pedirles información, sus propios vecinos les gritan "sapo" (delator), "jalabola" y "chavista de mierda" desde los edificios.

Hasta donde sé, ni la Guardia Civil española, ni los Carabineros chilenos, ni la Policía de Nueva York, ni la Scotland Yard de Londres ni ninguno de los cuerpos de seguridad más respetados del mundo permiten que sus efectivos sean tratados de esta manera: me parece que eso es una falla legal en nuestras leyes que esperemos que los parlamentarios venezolanos solventen en algún momento. Cabe destacar que ninguna persona ha muerto en Los Ruices en más de diez días de asedio y protestas violentas en las calles adyacentes a VTV.

En esta zona hay numerosos chavistas; no somos mayoría, pero sí el 20 ó 30 por ciento de la población, una cantidad importante. Sin embargo, tememos por nuestra vida y nuestra seguridad por parte de algunos de nuestros vecinos. No nos identificamos con símbolos del chavismo por temor de que nos agredan a nosotros o a nuestros familiares, como ya ha ocurrido con varios casos puntuales. Somos nosotros los que no tenemos la libertad por la que otros protestan.

Quienes viven en el exterior deben tener en cuenta la composición social de quienes están manifestando, y de quienes intentan mantener el control.

La mayoría de los efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana provienen de barrios, de sectores populares, de pueblos pequeños o zonas humildes de otras partes del país.
Quienes protestan, son en su mayoría personas de clase media y media-alta de las 4 ciudades con más habitantes del país. No: no son "pequeñoburgueses" ni muchísimo menos son dueños de medios de producción. Son en su gran mayoría universitarios que trabajan por un salario quincenal, o profesionales que trabajan por su cuenta, o estudiantes universitarios, o pequeños comerciantes. En ocasiones, ganan el mismo salario que puede ganar alguien que vive en un barrio. Pero alguien les hizo creer a algunos de ellos, que son de una "clase superior", sólo porque unos viven en edificios del este del Caracas y tienen ascendencia europea, mientras que los otros viven en una casita humilde.

Esto lo escribo en particular para que nuestros lectores de países como Chile, que viven circunstancias totalmente diferentes, puedan comprendernos. Hugo Chávez hablaba constantemente de las Fuerzas Armadas Bolivarianas como "el pueblo en armas", y lo decía de una forma muy literal.

De allí que usted tiene que ponerse en las botas del GNB moreno de 24 años, con ojos achinados y que proviene de un barrio humilde de Zulia, de una zona campesina de Apure o de un pueblo pesquero de Sucre, que tiene que soportar los insultos de un joven caraqueño de 28 años, descendiente de españoles, italianos o portugueses, que desde un vehículo comprado hace un par de años le dice cosas como "¡Maldito cubano de mierda, asesino, jalabolas de Maduro!". ¿Es esto una lucha de clases? Lo dejo para la discusión.

Pero lo que ocurre en nuestras calles es un trabajo coordinado: mientras un opositor profiere esos insultos, otros cuantos están grabando la escena con sus celulares o cámaras desde los edificios. Se comunican mediante mensajes de texto, Whatsapp, Blackberry o Zello. Todos están esperando que el GNB pierda los estribos, saque su bastón y golpeé al manifestante, o le dispare con su rifle de perdigones. Si el Guardia se equivoca y reprime a quien le está insultado, en cuestión de minutos el video estará rodando en Youtube, será visto por millones de personas y formará parte del material multimedia que llega a cadenas internacionales como CNN, NTN24 Caracol y similares, para decir que en Venezuela se "reprime" y ayudar a justificar una intervención.

¿Por qué les cuento todo esto? Porque la oposición está jugando con fuego, y lo sabe. Hay miles de Guardias Nacionales en varias ciudades de Venezuela, en particular en aquellas donde hay más violencia, como el este de Caracas o los sectores más adinerados de Valencia, Maracaibo o el Táchira, todos sometidos a este acoso, a esta ola de insultos, ataques verbales, faltas de respeto y ataques violentos.

Al insultar y tratar de esa manera a cientos de GNBs todas las noches, al lanzarles objetos contundentes, cohetones y causarles graves heridas a algunos, es estadísticamente inevitable que alguno de estos efectivos pierda los estribos y cometa desmanes, a menudo contra personas inocentes como Geraldine. Aún si me dicen que 999 de cada mil guardias nacionales están muy bien entrenados, el guardia número mil podría cometer desmanes que podrían ser usados para justificar cualquier cosa contra el país. Desmanes totalmente repudiables y aborrecibles, desmanes que jamás vamos a defender ni apoyar. Pero con un contexto que nadie explica, y una finalidad única: causar actos violentos que justifiquen la salida de la presidencia a Nicolás Maduro.

Esta situación de desgaste lleva 11 días ocurriendo en todo el país, contra miles de Guardias Nacionales. Es cierto que los GNB son profesionales, los entrenan para aguantar estos insultos, las guardias se rotan cada pocas horas y ellos tienen una responsabilidad al tener un arma en su poder (sea letal o no). Pero también es cierto que ninguno de estos jóvenes que insultan a la guardia, aguantaría que alguien les dijera "¡maldito italiano de mierda, vete para tu país!"; todos responderían el ataque verbal con violencia y golpes.

Es algo que debe estar escrito en los manuales de golpes de Estado del gobierno estadounidense: lo que se está realizando en este momento es una operación de desgaste contra las Fuerzas Armadas, usando a la población civil, muy probablemente apoyada por elementos entrenados en el extranjero, para causar que cometan errores que, al grabarse y difundirse, justifiquen intervenciones. Y los líderes opositores lo saben. ¿Lo sabrá también el padre o la madre que permite que sus hijos e hijas de 18 años salgan a provocar a la GNB, a lanzarle cohetones o que permite que les lancen botellas y vasos desde su casa?

¿Están conscientes de que, en 1989, el haber hecho eso hubiera causado que la Guardia entrara a sus apartamentos, los sacara arrastrados de sus casas por la fuerza, los golpearan y los desaparecieran, como ocurrió efectivamente en 23 de Enero y El Valle durante febrero de aquel año?

¿Saben estos panas que en El Valle y 23 de Enero aún quedan las marcas en las paredes de los disparos que hicieron los soldados contra los edificios, usando fusiles de guerra y balas reales? Bien haría el gobierno en recordar esto el próximo jueves, cuando se cumplen 25 años de tan terribles hechos.

De allí, que los guardias nacionales deben conversar y ser aconsejados constantemente por sus superiores, para que, por ninguna razón, pierdan los estribos. Las órdenes estrictas del Presidente Maduro es no ceder a la violencia, y todos tienen que tenerlo claro. Tienen que rotar las guardias constantemente en las zonas más conflictivas. Tienen que advertirle a los guardias que, desde los edificios, todo el mundo tiene cámaras y teléfonos celulares, que grabarán cualquier error que ellos cometan, lo subirán a Internet y, al ocurrir eso, dichos guardias tendrán que ser arrestados y pasados a la Fiscalía. Mucho menos se debe caer en el error de tratar de quitarle el teléfono o la cámara a alguien, porque es una violación a sus derechos que también será grabada por otros, y las consecuencias serán peores para ellos y para nuestro país. Los comandantes de la Guardia no deben descartar el uso de psicólogos y mecanismos de relajación para estos panas, que están resistiendo y soportando agresiones que ninguno de nosotros soportaría. Bajo ninguna circunstancia podemos permitir que algo como lo ocurrido a Geraldine Moreno se repita (suponiendo que sea la GNB la culpable).

Tienen que explicarles todo lo que están en riesgo en este momento: todos los avances que el proceso revolucionario ha logrado. Estamos en un intento de golpe de Estado, en circunstancias muy similares a las de diciembre de 2002, pero ahora ellos tienen más dinero, experiencia y asesoría extranjera. Es una batalla que tal vez durará un tiempo muylargo, y tenemos que prepararnos para resistir.


(LuiginoBracci/Aporrea)

YA BASTA CARAJO


Por: JOSÉ VICENTE RANGEL

1.- Los llamados al golpe se multiplican. El tema copa los escenarios: medios de comunicación, redes sociales. En los medios escritos destacan editoriales, caricaturas, manchetas. Declaraciones de dirigentes políticos y empresarios. Todos en el mismo tono: salir de Maduro ya.
Y, simultáneamente, alusiones a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana descalificando a sus mandos, o elogios a la institución, recordándole su misión de salvadora de la patria a través de intervenciones represivas. La campaña está montada con todos los hierros. Al extremo de generar divergencias en el campo opositor. La unidad ya no parece importarle al liderazgo.
Lo que ahora interesa es una política cortoplacista, fuera del marco constitucional –aún cuando se cuidan las apariencias invocando la Carta del 99–, destinada a cambiar el gobierno, no importa método ni costo, con el formato abrileño de 2002. El discurso de parlamentarios y dirigentes de la MUD no deja dudas, así como los planteamientos de columnistas y personajes del mundo político en un tono revelador del propósito de tirar la parada.
¿Están conscientes de que no lo pueden hacer impunemente? ¿O acaso subestiman la capacidad de respuesta de la mayoría del país? ¿Piensan que el chavismo se cruzará de brazos frente a otra aventura golpista? Porque lo que se trama es golpismo puro. Los viudos del 11-A, del sabotaje petrolero, la guarimba, Plaza Altamira, consideran dadas las condiciones para repetir aquellas acciones en las que fracasaron. Lo acaban de demostrar el pasado 12 de febrero.
2.- Uno pudiera subestimar esos planes. Porque lo que la derecha fundamentalista no logró en los años del plomo, cuando contaba con vastos recursos –penetración en la Fuerza Armada, asesoría de la misión militar yanqui, dominio en el empresariado, control de Pdvsa y medios de comunicación– ya no lo tiene. Ahora su cúpula política está trizada, los empresarios se cuidan y en la Fanb hay rechazo total a lo que esa tendencia representa.
Además, el movimiento popular se fortaleció, el poder social se expande y hay un sentimiento generalizado de que si bien existen problemas que afectan a la colectividad, al mismo tiempo hay conciencia de que el país no puede volver al pasado. Pero de por medio está el daño a la nación.
La violencia y desconocimiento de la Constitución crean zozobra. Afectan al ciudadano que vive en un sobresalto permanente. Trastoca los planes del gobierno y genera incertidumbre. Es el otro objetivo de los golpistas: sembrar el caos; entrabar la acción de gobierno. A ese sector no le importa Venezuela. Impulsa todo cuanto afecte al pueblo. ¿Hasta cuándo? El desafío pone a prueba la capacidad de aguante de la colectividad.
¿Ilimitada? ¡No! Muchos piensan que llegó la hora de darle un parao a lo que ocurre. A la cínica y letal campaña de los golpistas. En ninguna parte del mundo se acepta ese reto a los poderes democráticos y constitucionales. Ya basta, ¡carajo!, piensa, obstinada, la mayoría de los venezolanos.
Laberinto
El martes 18 el país tuvo la sensación de que la violencia se impondría. Que se cumpliría de nuevo el formato abrileño de 2002 -el plan era irse a Miraflores, como el 11/A. La derecha, el fascismo, tenían todo listo. Pero no tenían el fuelle de hace 12 años. No contaban con los recursos de entonces y, además, el pueblo había aprendido la lección. Ese día por la tarde la aventura había fracasado…
Pero quedó claro que hay sectores comprometidos con los planes de derrocar a Maduro, que creen que los venezolanos somos idiotas. Pretenden vender la idea de que lo que hacen es para preservar la democracia, como lo prometieron en abril de 2002. La desesperación los lleva a subestimar que Venezuela cambió. Que alcanzó un nivel de madurez que permite distinguir entre pasado y presente; apreciar los logros del proceso bolivariano en materia social, servicios, dignificación del ciudadano. Que esos logros son conquistas irreversibles…
La historia del golpe seco, o la masacre que paralice al pueblo, no se repetirá en Venezuela. Que lo tengan presente los promotores de la aventura que sigue su marcha. Está visto que no aprendieron la lección derivada del asalto golpista de hace 12 años, del sabotaje petrolero y la guarimba. Por eso insisten -repiten el guión- en el doble juego, con la pretensión de engañar. Aparentan apego a la legalidad y, al mismo tiempo, disparan contra ella…
Lo hacen con la Fanb. Ofenden a la institución -basta ver la caricatura que a diario publica un periódico de circulación nacional-; escarnecen a los altos mandos y descalifican su actual protagonismo junto al pueblo. En paralelo, esos sectores adelantan un trabajo sobre oficiales retirados, familiares, o, directamente, sobre los activos, con halagos de todo tipo y exaltación del papel que tendrían en un cambio de gobierno…
Igual ocurre con la actitud de políticos y empresarios ligados a la conspiración, así como otros organismos de la economía. Claro que hay desabastecimiento, pero no por falta de divisas para adquirir alimentos y bienes en el exterior, o por deficiencias, fallas y corrupción en los organismos del Estado. El fenómeno no se da en forma inocente. Es inducido, y se inscribe en el formato desestabilizador donde los privados tienen rol determinante…
Es el mismo guión que la derecha política y el empresariado utilizó en Chile -con apoyo de EE.UU.-, que condujo al cruento golpe contra el gobierno constitucional de Salvador Allende. El desabastecimiento en el país austral fue planificado en detalle, articulado a la conjura de los mandos castrenses, partidos de derecha y DC. Ocultaron los alimentos; los transportistas fueron subsidiados para que no trabajaran, y sabotearon la fiscalización oficial. Tan pronto como Pinochet consumó el golpe terminó, como por arte de magia, el desabastecimiento…
En Venezuela la conspiración contra la economía la confirman los resultados que arrojan las medidas adoptadas por el gobierno. 40% de los alimentos y bienes importados o producidos en el país, se fuga a Colombia a través del contrabando controlado por mafias binacionales y el apoyo político de la oposición. Los depósitos de productos y bienes hallados en Zulia, Táchira, Apure requieren de un trabajo realizado con eficiencia organizativa y coordinación…
Es este el desafío planteado a los venezolanos que no quieren aventuras. Que no aceptan la actitud de aquellos sectores a los que no les importa la suerte del país. Los cuales trabajan en dos niveles: uno, montando el golpe con los abundantes recursos suministrados por banqueros prófugos y organismos del gobierno norteamericano; otro, tendiendo una cortina de humo para confundir a los órganos de seguridad del Estado y a la opinión pública…
Divulgar lo que sucede -con pelos y señales-, es responsabilidad del gobierno nacional y del movimiento popular, y si quedara alguna duda sobre la conjura contra de la democracia y la Constitución está la oscura celada del 12-F, preparada y ejecutada por los herederos políticos del 11-A. La montaron y fracasaron. Pero sus efectos hay que analizarlos con rigor. Porque los hechos indican la audacia y voluntad que mueve a sus promotores para provocar el caos, así no logren el objetivo de derrocar a Maduro…
Lo ocurrido fue un intento fallido pero, al mismo tiempo, una clara demostración de lo que son capaces: de tirar la piedra y esconder la mano -con apoyo de USA-, y la confirmación de que el diálogo con ellos no tiene sentido. Que hay que buscar verdaderos interlocutores. Que sí existen, en mayor proporción de lo que se piensa.
Por José Vicente Rangel
Fuente / www.aporrea.org

lunes, 24 de febrero de 2014

¡Qué fallo!

LUNES, 24 DE FEBRERO DE 2014


                                por Guillermo Rodríguez Rivera

Las verdaderas revoluciones son siempre difíciles. Che Guevara sabía algo de eso y decía que, en las verdaderas, se vence o se muere, porque una revolución no es una tranquila, pacífica obra de beneficencia, como cuando las encopetadas damas de la alta sociedad salen a hacerle caridad a los que no tienen justicia.

Una revolución es un vuelco, una ruptura, un abrupto cambio de perspectiva. Es cuando los oprimidos dejan de creer en que los que mandan –los que los oprimen– tienen la verdad de su lado, y piensan que el mundo puede ser diferente de como ha sido hasta entonces.

Pero claro que los opresores no se resignan a abandonar sus posiciones de dominio y luchan a vida o muerte por ellas, aunque aparentemente, los “otros” sean sus connacionales: enseguida se enajenan de la mayoría del pueblo, porque las revoluciones –no los golpes de estado– siempre son obra de la mayoría.

En un respetuoso diálogo con el presidente venezolano aunque no tanto con sí mismo, el cantautor Rubén Blades, hace años uno de los abanderados de la canción social en América Latina, expone su concepto de revolución:

            Para mí, la verdadera revolución social
            es la que entrega mejor calidad de vida a
            todos, la que satisface las necesidades
            de la especie humana, incluida la necesidad
            de ser reconocidos y de llegar al estadio
            de auto-realización, la que entrega oportunidad
            sin esperar servidumbre en cambio.
            Eso, desafortunadamente, no ha ocurrido
            todavía con ninguna revolución[1].

Ni va a ocurrir en ninguna revolución verdadera, Rubén. No era sino la voluntad de mejorar la calidad de vida de la gente lo que inspiró la Reforma Agraria cubana, que entregó parcelas a miles de campesinos sin tierra y, esencial para procurar mejor calidad de vida, fue la alfabetización cubana de 1961, porque no hay autorrealización sin saber leer– pero enseguida llegaron la invasión de Bahía de Cochinos y el bloqueo económico que es repudiado cada año en la ONU, aunque acaba de cumplir 52.

Me fascina esa idea de que una revolución social “satisface las necesidades de la especie humana”, y claro que eso solo lo hace una revolución cuando se la ve históricamente: no habría democracia ni derechos humanos sin la prédica de los iluministas: sin Voltaire, Montesquieu, Rousseau, pero los que llevaron adelante esas ideas en la práctica social, los que las impusieron como “necesidades de la especie humana” –Danton, Marat, Robespierre , porque las monarquías gobernaban por derecho divino– guillotinaron a la aristocracia francesa que se rebeló contra ellas, la aristocracia que ahogaba en sufrimientos, en miseria los derechos de lossans culottes, acaso los que Evita Perón llamó en su momento “los descamisados” y Martí “los pobres de la tierra”. 

El tiempo ha pasado, nos recuerda Blades, pero los derechistas venezolanos llaman “los tierrúos” a esos pobres sin zapatos que ellos explotan en el siglo XXI. Es imposible que una revolución haga felices a los dos grupos, porque la revolución va a dar justicia, y hacer justicia no es una fiesta de cumpleaños.

Es decir que nunca ha habido una revolución social como entiende Blades que debe ser. ¿Será que él no sabe lo que es una revolución social? Según se deduce de lo que escribe, no lo la sido ni la inglesa, ni la francesa, ni la rusa, ni la mexicana, ni mucho menos la cubana que lideró Fidel Castro. Presumo que tampoco la venezolana de hace doscientos años, pese a que Blades escribe de esa Venezuela que ama como “el pueblo de Bolívar”. Y ¿qué hizo el Libertador? ¿Una tranquila y plácida obra de bienestar social? No gritó Patria o Muerte, sino que firmó un decreto de guerra a muerte para los enemigos de la patria, que eran los de la revolución.

Blades no sólo lo proclama ahora en esa respuesta a Maduro, sino que lo cantaba en sus canciones latinoamericanistas: “de una raza unida, la que Bolívar soñó”. Entonces, ¿el intento de realizar el sueño de Bolívar no es el proceso integrador que emprendió Chávez, y que enfrenta a un imperio que nos quiere divididos, sino que únicamente servirá para mover el culo bailando salsa? Y cantar a voz en cuello: “A to’a la gente allá en los Cerritos que hay en Caracas protégela”. A “to’a esa gente” la protegen, además de María Lionza, los médicos de Barrio Adentro, porque esos que gritan y agreden en las calles no se ocuparon jamás de la salud de los venezolanos humildes.

Tal vez fue María Lionza la que los mandó a bajar de los Cerritos, cuando el golpe de estado de abril de 2002, para sitiar el ocupado palacio de Miraflores y exigir el regreso del presidente que habían elegido.  No te dejes confundir, Blades, “busca el fondo y su razón”, y trata de entender las revoluciones de la historia, no las que soñamos para tranquilizarnos.

Para Blades, el programa político del chavismo “obviamente no es aceptado por la mayoría de la población”. Lo que quiere decir que la mayoría que eligió a Maduro, no lo es.  Blades ignora las 18 elecciones ganadas por el chavismo y el casi 60% de votantes que el PSUV obtuvo en las elecciones de diciembre que la derecha dijo que sería un plebiscito– y declara mayoría a los representantes de la vieja derecha derrocada por Pablo Pueblo, porque ese hombre –nos recordó Neruda  despierta cada doscientos años, con Bolívar.

Me recuerdo a mí mismo, en los años setenta, en el antiguo apartamento de Silvio Rodríguez, con su puerta negra en la que había golpeado el mundo, descubriendo los primeros trabajos de Rubén Blades con la orquesta de Willy Colón. Nos encantábamos de encontrar una salsa patriótica, “La maleta”, aunque sabíamos que no eran ideas unánimes entre los latinoamericanos. Ninguna idea hondamente renovadora consigue apoyo unánime, al menos cuando aparece: el poder establecido –eso que los norteamericanos llaman stablishmenttiene muchos resortes, muchas maneras de “convencer”, de imponer sus intereses, y sabe que son pocos los que no ceden ante ellos.

Una cosa es cantar y otra vivir lo que se canta, y cantarlo en todas partes. Tengo vivo el recuerdo de ese extraordinario salsero que es Oscar D’Leòn, cantándole, en los años ochenta, a un público cubano que lo adoraba, que llenaba un coliseo de 15 mil localidades para escucharlo y cantar con él. Lo recuerdo feliz, arrojándose al suelo del aeropuerto de La Habana para besar la tierra de la isla al partir y, a las semanas, lo vi abjurando de su viaje a Cuba, cuando los magnates del disco en el Miami contrarrevolucionario, lo acusaron de comunista por cantar en La Habana, y amenazaron con cerrarle todas sus puertas, que eran también las más lucrativas de su realización como artista.

Oscar sabía que esa derecha, esa burguesía –y mucho menos el poder imperial que tenían detrás– no bromeaban: a Benny Moré, que era el mejor cantante de América Latina, la RCA Víctor no le grabó un disco más cuando decidió quedarse a vivir y a cantar en la Cuba revolucionaria.

Todo me lo explico, pero tengo la tristeza de que ya no podré escuchar a Rubén Blades como ese cantor de nuestra América que quiso ser. 




[1] Respuesta de Rubén Blades a Nicolás Maduro.

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